lunes, 25 de mayo de 2009

Wayuunaiki, un legado que vale la pena preservar.

La familia lingüística de la lengua Wayuú es la Arawak. Esta lengua presenta algunas diferencias dialectales dependiendo de la zona de habitación (alta, media o baja Guajira), pero son mínimas. Un buen número de Wayú, sobre todo los jóvenes entiende el español y lo habla con holgura, pero su lengua materna sigue representando para ellos un factor importante de identidad étnica y cultural.

La lengua hablada por el pueblo wayúu se denomina wayuunaiki. Pertenece a la familia lingüística arawak. Es una lengua aglutinante. Registra 6 vocales y 16 consonantes. La vocal adicional es una “a” con un acento distinto. Las consonantes que corresponden con el español son h, k, m, n, ñ, p, s, t, rr, y, w.

La palabra “Wayuunaiki” significa “lo que habla la gente” o “el habla del wayuu” como un medio de comunicación que permite la interrelación y el intercambio entre los individuos.  Ahora bien,esto llama poderosamente la atención que el Wayuunaiki denote comunicación; porque lo que percibo en la actualidad en un destello de Wayuunaiki entre los diversos sectores de la sociedad wayuu, cuando el idioma como elemento comunicacional ha quedado al margen de una lengua dominante y que los protagonista de ésta han preferido “comunicarse” satisfactoriamente mediante el uso de dicha lengua.  Y los que manifiestan defender la lengua, parten de una mentalidad museísta como si la lengua fuese estático y lo han catalogado como acervo del pueblo que en algunas oportunidades se citaran frases del idioma para demostrar lo indígena frente a los demás pueblos.

Entonces, el Wayuunaiki ha quedado al margen de la “intelectualidad”, donde solamente los sectores menos favorecidos la practican en el proceso de comunicación cotidiana; pero el resto de la sociedad wayuu quienes han tenido acceso a mejores condiciones de vida han preferido practicar la comunicación a través de la lengua adquirida, quedando su idioma materno en el “museo” que se mostraran cuando lo requiera los recuerdos y las añoranzas.

Así mismo, es conveniente señalar la importancia y vitalidad de una lengua que comunica más de ciento veinte mil hablantes a través de cinco variantes o dialectos (arribero, abajero, central, playero y serrano), que posee, como las demás lenguas del mundo, la capacidad de generar vocablos, k-atúnas-ka = tener alas (el avión), o de adaptarlos de otra lengua, kojé = café, Pernanda = Fernando --porque la lengua no posee la F española-- para designar aspectos nuevos de la realidad.

La riqueza del Wayuunaiki se deja dislucidar en las diversas manifestaciones de la literatura oral, en los discursos del Putchipu’u (Legislador de la Ley Consuetudinaria Wayuu), en los consejos de un A’laülaa (autoridad tradicional) y en la sabiduría de los ancianos, que hacen de la cultura indígena resistente frente a los embates del tiempo con sus peligros de etnocidio y lingüicidio.  Indudablemente que hablar del wayuunaiki es presentar la dinámica de vida de un pueblo que se resiste a no perder el alma de sus manifestaciones culturales como lo es la Lengua, es por ello, que es importantes aprovechar los espacios de discusión que permita una evolución sana de la misma, sin menoscabar su estructura morfosintactica  manteniendo su especificidad y su caracterización dentro del contexto de la lenguas del mundo.

Las demás lenguas del mundo, mecanismos y estructuras para que el proceso de comunicación sea efectivo, como su particular distinción en el verbo de los masculino y lo femenino, según que el locutor sea hombre o mujer, por ejemplo en oúnus tayá = me voy, si el hablante es una mujer, y oúnush tayá = me voy, si el hablante es un hombre; que si bien no posee la F española entre sus sonidos específicos, si posee la oclusión glotal --pausa que se realiza por medio de una ligera contracción de la abertura de las cuerdas vocales dentro de la laringe--, cosa que no ocurre en español. Además, como comunidad étnica, entre sus jerarquías sociopolíticas concede un lugar muy importante al manejo de la lengua al aceptar como purchi, (palabrero), mediador y vocero de los intereses en conflicto, a la persona que además de conocer las tradiciones, haga gala de una gran riqueza en su vocabulario.

Al considerar esta situación, no se pretende elogiar la actitud pesimista de algunos sectores sino mas  bien crear una conciencia en la colectividad con relación al desarrollo y al dinamismo que tiene toda lengua, es decir, lo que permitirá la evolución dinámica del Wayuunaiki es la practica de la comunicación cotidiana tanto en la oralidad como en escritura, en la formación de léxicos comunes y especiales.  Entonces, el dicho del “yo lo entiendo, pero no lo hablo” saldrá de su timidez para manifestarse en la comunicación en la lengua vernácula.  Y además será elemento de vanguardia cuando se pretenda un protagonismo en la vida política de los pueblos, ya que la Carta Magna considera las Lenguas Indígenas oficiales dentro de su espacio comunicacional y forma parte del “patrimonio cultural de la nación y de la humanidad”